Una manera tradicional para entender a la sociedad es observando la división de la actividad humana en sectores, el primero y quizás el más antiguo trata sobre los consejos de las brujas, que sirven a los humanos para subsistir con alimentos tomados directamente del estado natural.
Sea asando plantas asilvestradas, sea aprendiendo medicina naturalista, botánica y la farmacopea asociada mediante la observación de los vegetales y minerales ingeridos a su vez en los bichos recién cazados mediante ingeniosas trampas o hábilmente pescados con arpón.
Satisfecho el apetito transcurría el resto de la jornada haciendo turismo, ejercitándose en la construcción de algún refugio o recorriendo senderos para disfrutar con la contemplación de indicaciones en negro y rojo mezcladas entre la decoración del cálido interior de la cueva. Hacia este lado discurre un río (doble zig zag) o hacia el otro un camino de cuatro días (otras tantas rectas verticales) hasta lo alto de un pico (triangulo isósceles) desde ahí se puede ver el mar (tres ondulaciones paralelas) al fondo de un valle, en ese lugar pacen muchos rebaños de uros en el invierno (semicírculo horizontal) se deben cazar de noche (doble estrella) con lanza y el auxilio de varios canes (flecha sobre manada con cola erguida)
Al decir de muchos esa fue la etapa más sana y feliz de la humanidad.
